17 de noviembre de 2014

La casa infernal

Titulo: La casa infernal
Autor: Richard Matheson
Año: 1971 (2011)
Traducido por: Isabel Merino Bodes

Editorial: Minotauro
Temática: Cuentos de Terror y Fantasmas
Páginas: 320
ISBN: 978-84-450-7862-4

Sinopsis: En 1940 una expedición de cinco personas se internó en la infame Casa Belasco para desentrañar los misterios de la que era considerada como la casa más peligrosa del mundo. Sólo uno de ellos consiguió salir con vida. Treinta años después, el millonario Rolf Randolph Deutsch contrata a cuatro extraños, entre ellos el único superviviente de la masacre de 1940, para demostrar la existencia de la vida después de la muerte. Para ello deberán pasar una semana en la Casa Belasco. La Casa Infernal les ha permitido entrar, pero ¿los dejará salir?

  • Llovía con gran intensidad desde las cinco de la mañana. Menudo tiempo, pensó el doctor Barrett, reprimiendo una sonrisa.
  • –Si existen –le interrumpió Deutsch–, los encontrará en el único lugar de la tierra que conozco en el que aún no se ha podido rebatir la supervivencia a la muerte: en la casa Belasco de Maine.
    –¿La Casa Infernal?
    Algo brilló en los ojos del anciano.
    –Sí, en la Casa Infernal –respondió.
  • –Lo sobrenatural no existe, ¿verdad? –su cuello se estaba enrojeciendo.
  • Ésta se considera el Everest de las casas encantadas.
  • La peor casa encantada del mundo le daba menos miedo que estar sola.
  • Todos miraron por las ventanillas hacia la encrespada niebla. Tenían la impresión de encontrarse en un submarino que se sumergía, lentamente, en un mar de leche condensada.
  • Ante ellos, envuelta en la niebla, surgía amenazadora la silueta de una inmensa casa.
  • –¿Qué ha sido eso? –preguntó.
  • Tras coger una vela y un candelero cada uno, regresaron al vestíbulo. A medida que avanzaban, las titilantes llamas hacían que sus sombras ondearan en las paredes y el techo.
  • Espero que encuentren la respuesta que están buscando. Está aquí, se lo aseguro.
  • En la chimenea crepitaba el fuego.
    Edith dio un respingo cuando Fischer surgió de entre las sombras.
  • Resulta extraño que esté tan convencido de que la ciencia podrá acabar con el poder de esta casa.
    –¿Y qué podrá hacerlo?
    –El amor –respondió ella, apretándole el brazo–. Ambos lo sabemos, ¿verdad?
  • Doy por sentado que usted está convencido de que los fantasmas no existen.
  • El ego subliminal: esa vasta y oculta extensión de la personalidad humana que, al igual que un iceberg, forma parte del supuesto umbral de la conciencia. Ahí es donde radica la fascinación, señorita Tanner. No en los reinos especulativos del más allá, sino del aquí, del hoy; el desafío de nosotros mismos. Los misterios desconocidos del espectro humano, las capacidades infrarrojas de nuestro cuerpo, las capacidades ultravioletas de nuestra mente.
  • Su mente era un almacén de información, una central energética... –Hizo una pausa–. Una morgue de fantasías.
  • –El mundo ha sentido el aliento avivador de la orilla eterna. Y las almas, triunfantes sobre la muerte, regresan a la tierra una vez más.
  • No me importan los medios, sólo el fin.
  • Se interrumpió al ver que su mujer miraba boquiabierta algo que había a sus espaldas.
  • La puerta que conducía al pasillo se acababa de abrir. Mientras la observaba desde la oscuridad, empezó a cerrarse lentamente.
  • –Nunca había imaginado que la luz eléctrica pudiera ser tan bella –comentó Edith.
  • Había algo debajo de la sábana.
  • usted dijo que las cosas no cambian, pero puedo asegurarle que, con amor, todo es posible. Ésa es una de las verdades de la vida... y también del más allá.
  • Sentía un hormigueo bajo la piel. Temblando, cogió aire y miró a su alrededor. Debería haber traído un libro.
  • Cerró los ojos. Los fantasmas no existen, intentó convencerse a sí misma. Nadie me está mirando. Los fantasmas no existen. Padre nuestro que estás en los cielos, los fantasmas no existen.
  • Estaba cruzando el vestíbulo cuando, de repente, se quedó inmóvil. Su corazón empezó a latir con fuerza. Una figura estaba bajando las escaleras.
  • La oscuridad le invadía la mente, borrando su conciencia.
  • Oyó que se abría y se cerraba una puerta. ¿Sería la de su habitación o la de una puerta imaginaria del interior de su mente?
  • –Todo está en nuestro interior si creemos –explicó.
  • Vamos, se dijo a sí mismo, no seas crío.
  • El cielo, que estaba cubierto de estrellas, era como una tela de terciopelo negro rociada de fragmentos de diamante.
  • Era consciente de lo que estaba haciendo, pero al mismo tiempo... –Levantó la mirada. Tenía los ojos llenos de lágrimas–. No te estoy pidiendo que me perdones. Lo único que deseo es que no me odies demasiado. Te necesito, Lionel. Te quiero.
  • Su mente, desesperada, forcejeaba por resistir la embestida de sus dudas, pero el dique de su resistencia se había derrumbado y las oscuras aguas empezaban a inundarlo todo.
  • ¿Por qué vas a quedarte encerrado en un calabozo cuando toda la belleza del universo te está esperando en el exterior?
  • Un centelleo en sus ojos revelaba el cambio, como el efímero brillo de la luz del sol a través de un paisaje cubierto de nubes.
  • En la Edad Media, por ejemplo, gran parte del pensamiento supersticioso se dirigía hacia los diablos y las brujas y, por consiguiente, dichas entidades se manifestaron porque fueron creadas por esta energía psíquica, por este fluido invisible, por estas «influencias».
  • Un grito de terror desgarró sus labios cuando intentó echar la llave. ¡La cerradura estaba rota! Ya era demasiado tarde. La puerta se estaba abriendo.
  • –No pienso irme sin ti.
  • Supongo que no te importará que te recuerde que ya te lo dije, ¿verdad?
  • El teatro estaba vacío. No. Había alguien sentado en la penumbra de la última fila, ataviado con un traje negro.
  • Se acercó al teléfono y levantó el auricular. No había línea. ¿Qué esperabas?, se preguntó a sí mismo.
  • El miedo desaparece cuando hay amor verdadero.
  • Resultaba extraño que aquella casa fuera el lugar en donde habían empezado sus miedos y, a la vez, el lugar en donde había recuperado su confianza.
    Se giró y sonrió a Edith.
    –Florence ya no está aquí –dijo–. Simplemente decidió quedarse un poco más para ayudarnos.
    Echaron un último vistazo a su alrededor. Entonces, en completo silencio, salieron al exterior y empezaron a alejarse entre la niebla. Fischer refunfuñó y murmuró algo.
    –¿Qué? –preguntó Edith.
    –Feliz Navidad –repitió él, en voz baja.

20 comentarios:

  1. ¡Hola! :D
    No he leído este libro, ni tampoco lo conocía. Hay algunas frases que te dan escalofríos xD
    Gracias por compartirlas, nos leemos.

    Un besito ^^

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  2. Yo tampoco sabía nada de este libro ni del autor. Me ha gustado la sinopsis, y también me han parecido interesantes muchas de los fragmentos que has incluido.

    Besitos :)

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  3. Me lo apunto, podría gustarme :D

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  4. No conocia este libro y aunque no pinta mal lo voy a dejar pasar porque el terror no es mi genero favorito que digamos.

    Saludos

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  5. No conocía este libro, algunas frases las he encontrado muy bonitas, pero no creo que lo lea.
    Un beso,

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  6. Parece interesante. Puede ser una buena opción para cuando me apetezca un poco de misterio.
    Besos!!

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  7. No la conocía , gracias por las citas <3

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  8. últimamente me he visto tentado por este género y esta parece ser una excelente opción, gracias por compartirlo.

    Saludos, nos leemos.

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  9. Wow, me acaba de llamar mucho la atención pero soy muy miedosa con los libros, pero ya empezare a leer libros de terror, así que me lo apunto.
    Increíbles frases.
    Besos

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  10. Este libro no lo conocía, pero me atrae como canto de sirena.
    Espero poder pillarlo pronto.

    Un beso!!

    Nos leemos ^^

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  11. Holaa^^
    No lo he leído, pero tengo ganas de hacerlo.
    Un beso<3

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  12. ¡Hola! No lo he leído de momento y quizás me anime y lo lea.

    Un beso ^^

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  13. Bueno, me encantó este libro. Entre el terror, lo gótico y esas casas encantadas tan decadentes... es para disfrutarlo
    Besos

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  14. hola! no tenia ni idea de la existencia de este libro! aunque lo de la tematica de terror no es para nada lo mio jeje besotes

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  15. Hola, pues no lo conocia pero tampoco me llama mucho, por ahora lo dejo pasar.

    besos

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  16. No lo conocía y me encanta¡¡ gracias por la recomendación¡¡¡ un besazo¡¡¡

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  17. Hola linda!
    La verdad es que nunca había oído hablar de este libro, peor por alguna de sus frases me llamó bastante la atención. Lo apuntaré, muchas gracias.
    Saludos y que estés super =D

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  18. Me llamó muchísimo la atención, me lo apunto y espero algún día conseguirlo. :D

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  19. Oh, tiene muy buena pinta, me lo apuntaré para leerlo ;)

    Un beso, nos leemos!

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  20. No lo conocía, gracias por las frases :P

    Un abrazooooo ^^

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