Perdona si te llamo amor

Titulo: Perdona si te llamo amor
Autor: Federico Moccia
Año: 2007 (2011)
Traducido por: Cristina Serna

Editorial: Planeta
Temática: Narrativa Romántica
Páginas: 704
ISBN: 978-84-08-10174-1

Sinopsis: Federico Moccia se ha convertido en el gran fenómeno editorial italiano de los últimos años con más de tres millones de libros vendidos. Su tercera novela, Perdona si te llamo amor, con ventas que superan el millón de ejemplares, ha pasado a ser un verdadero punto de referencia para varias generaciones de nuevos lectores, que se ven reflejados en la autenticidad de su historia. Niki es una joven madura y responsable que cursa su último año de secundaria. Alessandro es un exitoso publicista de 37 años a quien acaba de dejar su novia de toda la vida. A pesar de los 20 años de diferencia que hay entre ambos y del abismo generacional que los separa, Niki y Alessandro se enamorarán locamente y vivirán una apasionada historia de amor en contra de todas las convenciones y prejuicios sociales.

• Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, mágica y loca. Y luego más noche. Noche que parece no acabar nunca. Noche que, sin embargo, a veces pasa demasiado rápido.
• no han entrado los ladrones. Ha sido ella. Me ha robado la vida, el corazón.
• debemos llenar ese vacío. Aunque cuando es el amor lo que nos falta, no hay nada que lo llene de verdad.
• Abrazados, enamorados, enroscados como hiedras amorosas que plantan cara al tiempo, a los días, a todo aquello que se llevará el viento.
• Estúpida la muerte que nos espera aburrida.
• En la vida no se puede tener todo; sin embargo, es necesario aspirar a ello, porque la felicidad no es una meta sino un estilo de vida...
• Niki da vueltas y más vueltas. A veces, el pasado hace que las almohadas resulten incómodas.
• Raro aquel día. No, hermoso. Todavía me acuerdo. Setiembre. Brisa agradable y cielo azul oscuro de una noche apenas comenzada.
• todo nos lleva a besarnos entre los sonidos y colores de un sábado por la noche
• cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, y esperas poder atrapar así también su corazón. Pero no es así. El corazón tiene piernas que no ves.
• El silencio de los besos. Ese que habla de sueños y fábulas, de tesoros escondidos.
• Quizá cada vez que amas sea la primera.
• Buenos días, mundo. Niki se despereza. ¿Me haces un regalo hoy?
• «Estaré hasta cuando ya no me tengas y te tendré aunque no te posea.»
• parece una señal del destino que hoy estemos aquí, tú y yo, ¿entiendes?
• miradas que vuelan de un lado a otro, rebotan sobre las paredes y tal vez contienen mensajes secretos que entregar.
• Amor... motor. Es cierto, ¿no? El amor hace que todo se mueva.
• Corremos el riesgo de enamorarnos perdidamente el uno del otro.
• Beber con la misma cañita es un poco como besarse.
• Tiene la rueda trasera ligeramente desinflada y lleva encima dos pasajeros llenos de ilusión y de esperanzas.
• no miréis tanto atrás, si no, os perderéis el presente.
• —Te amaba. Te amo. Te amaré.
• —Sí, pero no me llames «amor».
• Eres el enigma de mi vida.
• la espiga es el amor, ese amor que nace de la tierra y nos da el pan, así cuando encontramos a la persona deseada... el amor nace en nosotros.
• La muchacha está leyendo soñadora esas palabras que saben a amor.
• Y Alessandro se rinde. Y Niki se le acerca lentamente. Y lo besa. Dulce. Amable. Tierna. Suave. Ligera. Como un jazmín.
• En la vida no resulta tan fácil encontrar bolsitas de azúcar que la hagan menos amarga.
• La luna es un columpio entre las nubes de una noche estrellada.
• Podría decirse que en el amor, el dolor es proporcional a la belleza de la historia que has vivido.
• «No digas que no pienso en ti...»
• Me gustaría tanto que esa frase fuese para mí...
• Me han robado el amor y ni siquiera puedo poner una denuncia.
• Piazza della Repubblica: Elena sentada en el borde de la fuente. Se vuelve. Primer plano de su sonrisa y toda la ciudad vuelve a tener color.
• Pero las lágrimas, cuando hacen su aparición, son como los niños en la playa. Antes o después se escapan.
• A veces el amor vence verdaderamente sobre todo.
• No hay nada. Silencio. Miedo. Oscuridad. Y se echa a llorar con rabia. Llora porque no siente lo que le gustaría sentir.
• —Lo siento. Ya está decidido. Lo has oído bien. Perdona, pero te llamo amor.
• Tarde o temprano, una acaba despertando de sus sueños.
• El amor más hermoso es un cálculo equivocado, una excepción que confirma la regla, aquello para lo que siempre habías utilizado la palabra «nunca».
• El día más bello es aquel que todavía hay que vivir.
• El amor que lo llevó hasta las estrellas es el mismo que lo hizo caer. Qué bonito. Y qué feo. Pero yo volví a levantarme.
• —Vale, escoged lo que queráis y comed hasta reventar. ¡Pago yo con tal de que se hable de otra cosa!
• —Hay que saber invertir en la propia felicidad.
• Y otra sonrisa, convertida en promesa.
• —Tengo que hablar contigo.
  Ya no queda ni rastro de su sonrisa.
• Esa mirada baja lo dice todo. Más que mil palabras. Y el silencio, además. Es como un grito.
• a veces, lo que pudiera parecer una rareza, algo impuro, no es sino una belleza diferente, que no sabemos aceptar.
• —Del mismo modo que tú eres un faro para mí.
• Mar y tierra, los dos inciertos y lejanos, intentando decirse algo pero no saben hablar.
• El amor es ese grito que ahora la llama y le hace comprender que es hora de cambiar.
• —Es precioso...
  —No, tú eres preciosa.
• Se hallan ya lejos, en la noche parisina, abrazados bajo las estrellas subidas en la Torre Eiffel.
• El amor no tiene edad.
• Eso es la amistad. Saber dosificar el ruido de la propia presencia.
• —¡No digas nada más que me lo estropeas! —Y cuelga.
• Y cada segundo que pasa es un beso que señala el tiempo, es una marca para recordar que ese instante no se ha perdido.
• Sólo una frase: «No tengo un motivo válido para seguir contigo.» Pumba. Un pato al amanecer y un disparo de fusil.
• La magia de una noche de verano. Calor. Frío. Lentamente, el cristal se empaña. Y en la parte de abajo, aparece de repente un corazón...
• Las noches que hacen daño no pasan nunca.
• Los amigos son como una isla al amparo de las corrientes...
• El paisaje corre veloz por las ventanillas. Igual que los recuerdos en su corazón.
• Y esa habitación parece un mar que se balancea en verano, parece un cielo que observa a dos nubes blancas que se persiguen.
• Entonces Alessandro la abraza con más fuerza. Y sonríe él también.
  —Sí, te lo prometo... Amor.

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Una novela romántica juvenil, pero a su vez adulta, donde el amor no tiene edad y llega sin avisar.

2/5

Lo mejor: La chica de la habitación añil y su portátil.

Lo peor: Todo lo demás...

¿Os gustan los libros de Federico Moccia?