Autor: Michael Ondaatje
Año: 1992 (2017)
Traducido por: Carlos Manzano
Editorial: Debolsillo
Temática: Ficción y Temas Afines
Páginas: 312
ISBN: 978-84-663-4037-3
Sinopsis: Hana, una enfermera agotada por la muerte que la rodea, se dedica obsesivamente a su último paciente. Caravaggio, el ladrón, intenta volver a imaginar quién es ahora que sus manos están irremediablemente mermadas. Kip, el rastreador de minas indio, busca artefactos ocultos en un paisaje donde nadie está a salvo excepto él. En el centro de este laberinto descansa el paciente inglés, completamente abrasado, un hombre sin nombre que es un acertijo y una provocación para sus compañeros, y cuyos recuerdos de traición, dolor y salvación iluminan la novela como destellos de luz ardiente.
- Se puso de pie en el jardín en el que había estado trabajando y miró a lo lejos.
- Él la escuchaba y absorbía sus palabras, como si fueran agua.
- Algunos vientos se limitan a suspirar hacia el cielo.
- «Pues el eco es el alma de la voz que se excita en las oquedades.»
- Quienes lloran consumen más energía con ese acto que con ningún otro.
- Tienes que protegerte de la tristeza. La tristeza está muy próxima al odio.
- El contrato sólo era válido hasta la muerte.
- Se quedaría ella sola con el hombre quemado, al que llamaban «el paciente inglés», porque, dada la fragilidad de sus miembros, no era aconsejable —ahora le resultaba claro— trasladarlo.