2 de abril de 2013

Las cuatro estaciones I

Titulo: Las cuatro estaciones I
Autor: Stephen King
Año: 1982 (2013)
Traducido por: J. M. Álvarez Flores y Ángela Pérez

Editorial: Debolsillo
Temática: Cuentos de Terror y Fantasmas
Páginas: 400
ISBN: 978-84-9032-611-4

Sinopsis: «Esperanza, primavera eterna»: a los veinte años le internaron en prisión, y ahora se encarga de conseguir a los otros internos todo lo que le soliciten, sea lo que sea. También es capaz de concebir el plan más increíble para lograr escapar, aunque tenga que recurrir a la mismísima Rita Hayworth... En este relató se basó Frank Darabont para su famosa película Cadena perpetua. «Verano de corrupción»: un niño descubre que un vecino es un conocido nazi y usa la información para, con refinada perversidad, abusar del anciano y conseguir sus «satánicos» objetos. Bryan Singer adaptó esta novela corta de King para crear el guión de la conocida película Verano de corrupción.

  • Rita Hayworth y la redención de Shawshank
  • Supongo que en todas las prisiones federales y estatales de Estados Unidos hay gente como yo. Soy el tipo que lo consigue todo.
  • soy una de las pocas personas de nuestra pequeña y feliz familia que no duda en cantar de plano lo que hizo. Cometí un homicidio.
  • ¿Qué dices, que si me he rehabilitado? Bueno, ni siquiera sé lo que significa esa palabra, al menos en lo tocante a cárceles y reformatorios.
  • Creo haber dicho ya que en la cárcel todo el mundo es inocente.
  • La memoria es una cosa extremadamente subjetiva, Red.
  • un trabajo lento, tan lento como la erosión de una roca.
  • Te conceden la vida, te permiten vivir, y eso es precisamente lo que te impiden, lo que te quitan o te quitan al menos todo cuanto en la vida merece la pena.
  • Recuerdo la primera vez que Andy Dufresne habló conmigo para pedirme algo, lo recuerdo como si fuera ayer. No fue la vez que me pidió a Rita Hayworth.
  • Pero yo no necesito hacer caso de los rumores sobre un individuo cuando puedo juzgarle por mí mismo.
  • –Nunca me preocupo –dije–. En un sitio como éste no ganas ningún beneficio por preocuparte.
  • Pese a todos los problemas que tenía, seguía adelante con su vida. Hay miles de personas que no lo hacen, o no quieren o no pueden; y además muchas de esas personas no están en la cárcel.
  • al final tienes que volver a mirarte al espejo y decidir qué hacer de ti mismo.
  • Unos cinco meses después, Andy me pidió si podía conseguirle a Rita Hayworth.
  • Hay una lamentable escasez de objetos bellos en el mundo, y lo más lamentable de todo es que la mayoría de las personas no parecen darse cuenta siquiera de ello.
  • El mundo le había robado los mejores años de su vida, y se sentiría muy feliz si podía robarle el resto.
  • Duró veinte minutos, veinte minutos durante los cuales nos sentimos hombres libres.
  • Era una especie de luz interior que llevaba consigo a todas partes.
  • Y esa alternativa es la que eligen todos los seres adultos del mundo. Procurar atravesar el lodazal sin enfangarte.
  • Sobre buenas intenciones yo sé todo lo que hay que saber, Andy. Puede uno acabar en el infierno de cabeza si se sigue ese camino.
    –No lo creas –dijo, poniéndose sombrío–. El infierno está aquí mismo.
  • En la cárcel el tiempo transcurre lentamente; hay veces que hasta jurarías que se para, que no pasa; pero pasa.
  • Contemplando a esas mujeres hermosas sientes casi como... no del todo sino casi... como si pudieras dar un paso al frente, atravesar la foto y encontrarte a su lado. Ser libre.
  • ¿Nunca has sentido eso con una foto, Red? ¿Que casi podías entrar en ella?
  • «Una mano lava la otra».
  • Me dijo que era como si Tommy hubiera hecho aparecer de pronto la llave que abriese una jaula que era como su propia celda. Sólo que, en lugar de albergar a un hombre, aquella jaula albergaba a un tigre, un tigre llamado Esperanza.
  • Pero todo eso ocurría en un mundo más amplio, en el que la gente caminaba libremente.
  • Siguió pasando el tiempo... el truco más viejo del mundo y tal vez el único mágico de veras.
  • Todavía las conservo y suelo bajarlas todas y pienso, mirándolas, en cuánto puede hacer un hombre si tiene tiempo suficiente y voluntad de usarlo, poquito a poco.
  • ¿Sabes lo que dicen los mexicanos del Pacífico?
    Le dije que no lo sabía.
    –Dicen que no tiene memoria. Y precisamente por eso, Red, quiero acabar allí mis días. En un lugar cálido y sin memoria.
  • no existe mal alguno en esperar lo mejor, siempre que estés preparado para lo peor.
  • Fuera de estos muros, Red, hay un hombre al que ningún ser vivo ha visto jamás cara a cara.
  • –Diablos, ni siquiera tengo un título de bachiller.
    –Ya lo sé –dijo–. Pero no es una hoja de papel lo que hace a un hombre. Ni la cárcel lo que le deshace.
  • Al fin me dormí y soñé con una gran piedra negra que brillaba en el centro de un henar;
  • Si quitas a un hombre la libertad y le enseñas a vivir en una celda, parece perder su capacidad de pensar en otras dimensiones.
  • Buxton quedaba a menos de cincuenta kilómetros de Shawshank. Tan cerca, pero tan lejos.
  • Pero en esta ocasión, en vez de un hombre enfermo o de un cadáver, se toparon con un misterio. No encontraron a nadie.
  • La vida anterior se desvanece en un abrir y cerrar de ojos, extendiéndose ante ellos, imprecisa pesadilla, una larga temporada en el infierno.
  • Olvídalo todo y contempla este trozo de hormigón.
  • En mi interior lo sé con la misma certeza con que sé que algún día todos moriremos.
  • El escribir agitó más recuerdos de los que yo creía tener. Escribir sobre uno mismo se parece muchísimo a hundir una vara en el agua clara de un río y remover el légamo del fondo.
  • Algunos pájaros no están destinados a que los enjaulen, eso es todo. Tienen las plumas demasiado brillantes, su canto es demasiado dulce y libre.
  • contempla por mí las estrellas cuando el sol se ponga, y toca por mí la arena, y vadea en el agua, y siéntete libre.
  • Si estás leyendo esto es que estás libre. Sea como sea, estás libre. Y, si has llegado hasta aquí, estarás dispuesto a llegar un poco más lejos.
  • Recuerda que la esperanza es una buena cosa, Red, tal vez lo mejor del mundo, y lo bueno jamás muere.
  • Espero que esta carta te encuentre, y que te encuentre bien.
  • Me pregunto qué debería hacer.
    Aunque en realidad no cabe duda alguna. Todo se reduce a dos posibilidades: o te consagras a vivir o te dedicas a morir.
  • Claro que recuerdo el nombre. Zihuatanejo. Un nombre así es demasiado bello para olvidarlo.
  • Estoy nerviosísimo; tan nervioso que casi no puedo sostener el lápiz en mi mano temblorosa. Creo que es el nerviosismo que sólo un hombre libre puede sentir, un hombre libre que inicia un largo viaje cuyo final es incierto.
  • Tengo la esperanza de que Andy esté allá.
    Tengo la esperanza de poder cruzar la frontera.
    Tengo la esperanza de encontrar a mi amigo y estrecharle la mano.
    Tengo la esperanza de que el Pacífico sea tan azul como en mis sueños.
    Tengo esperanza.

  • Alumno aventajado
  • Parecía el perfecto chico norteamericano, pedaleando en su bicicleta Schwinn de sesenta y cinco centímetros calle residencial arriba.
  • No necesito nada, muchacho. Lee el letrero. Puedes leer, ¿no?
  • aquello no era un deber escolar. Aquello era la vida real.
  • –Mis padres no creen en las zurras. El castigo corporal causa más problemas de los que soluciona.
  • Llega de repente –había canturreado Bugs Anderson–. Ves algo por vez primera y sabes de inmediato que has encontrado TU GRAN INTERÉS. Es como una llave girando en una cerradura. O como enamorarse por vez primera.
  • volvía las páginas y ya no estaba en el garaje de Foxy sino en algún lugar en el tiempo, intentando asimilar la idea de que realmente habían hecho aquellas cosas,
  • Quiero saber absolutamente todo lo que ocurrió en esos lugares. Todo. Y quiero saber qué es más cierto: el texto o los anuncios que colocan al lado.
  • Dice que la vida es un tigre que has de coger por el rabo y que si ignoras la clase de animal que es, te devorará.
  • Oye, chico, ¿conoces la palabra «existencialismo»?
  • –¿Era hermosa? –preguntó Todd anhelante–. Quiero decir... –Sus manos describieron el perfil de un reloj de arena en el aire.
  • Creo que una persona puede hacer cualquier cosa, si se empeña. Parece una tontería, pero es verdad.
  • La mala suerte atrae a la mala suerte, chico, y la una sigue a la otra como perros a una perra en celo.
  • Despertaba bañado en sudor, el corazón atronando en mi pecho y los puños en la boca para apagar los gritos. Y solía pensar: El sueño es la realidad.
  • –Alumno aventajado –dijo ella, revolviéndole el pelo despeinado–.
  • –Será mejor que baje las persianas –dijo confidencialmente.
  • Con el uniforme, Dussander poseía una oscura dignidad (al menos a los ojos de Todd) que no tenía antes.
  • Se sintió como el aprendiz de brujo que había dado vida a las escobas pero que no poseía ingenio suficiente para detenerlas una vez en movimiento.
  • Era viejo y, aunque temía a la muerte, temía muchísimo más el ser un viejo que está solo.
  • la clave de los terrores del pasado no estaba en el rechazo sino en la contemplación e incluso en algo parecido a un abrazo de amigo.
  • El gato dejó de aullar y empezó a gritar. Parecía... sí, parecían los gritos de un niñito.
  • No voy a ir a ninguna maldita escuela de verano. De eso, nada.
  • –Tú lees mucho pero no escuchas nada.
  • Robinson Crusoe no fue precisamente la causa de la caída en picado de tus notas, querido chico, ¿o sí?
  • Para ser un chico listo, eres bastante dummkopf.
  • la escritura, y eso es algo especialísimo en una generación que considera que la cultura empieza frente al televisor y termina en el cine del barrio.
  • Faltaban cuatro semanas para el fin del mundo.
  • Su único amigo era un chico que iba a veces a su casa y le leía.
  • Estudia. Métete la chuleta en la cabeza, que es donde tiene que estar.
  • despertó con el rumor de la lluvia filtrándose secretamente entre las hojas y las ramas del árbol que había junto a su ventana.
  • –Tenía miedo –prosiguió Dussander– de cierto jovencito que de una forma extraña era su amigo. Era un chico listo. Su madre le llamaba «alumno aventajado», y el viejo había descubierto que era realmente un alumno aventajado... aunque tal vez no en el sentido en que su madre creía.
  • ¿Qué significa el sueño para un viejo? Muy poco.
  • Me has hecho abrir criptas que mejor hubieran quedado cerradas porque he descubierto que algunos de los cadáveres estaban enterrados vivos, y que algunos de ellos aún respiran.
  • Tuvo la impresión de que el mundo se oscurecía. No gritaré. No me desmayaré.
  • “Pero ¡si no es más que un niño!”, sin saber, como sé yo, lo viejísimo que eres aunque seas un niño.
  • Todd sintió que su cerebro era de cristal transparente y que todas las cosas brillaban en su interior con grandes letras.
  • cuanto más viejo se hace uno, menos tiene que perder en cuestiones de vida y muerte... y, sin embargo, uno se vuelve más moderado con la edad.
  • para salir adelante, para triunfar, tenías que conseguirlo por tus propios medios.
  • Necesito ayuda... y eso significa que tú necesitas ayuda.
  • Luego, el mundo se sumió en la oscuridad.
  • Hay quien está peor que yo... que no es decir que esto sea bueno, ni mucho menos, pero los hay que están peor.
  • ¿Adónde se va la llama de la antorcha cuando la apaga el viento frío? ¿Al cielo? ¿Al infierno? Luces en la oscuridad. Candelas al viento.
  • Sintió que se le ponía de pronto carne de gallina por todo el cuerpo, como si hubiera entrado en una casa embrujada e imaginaria en que se agitasen antiguos cadáveres y por la que se paseasen los fantasmas.
  • Un instante después la madre abre la puerta: nadie; sólo el viento de la noche.
  • Las lágrimas empezaron a fluir ahora más abundantes... lágrimas de cólera y espanto, lágrimas cálidas, abrasadoras. Tembló y esperó ansiosamente que llegara la mañana; y la mañana tardó siglos en llegar.
  • –A veces –dijo Bowden, alzando el vaso de vino hacia el sol y admirando su hermoso tono oscuro– el pasado no se queda tranquilo. ¿Por qué, si no, estudia historia la gente?
  • Dios le ha concedido el gran privilegio de romperse la columna para poder ser un instrumento en la captura de uno de los hombres más sanguinarios de la historia.
  • tal vez haya algo en lo que hicieron los alemanes que ejerza en nosotros una fascinación devastadora: algo que abra las catacumbas de la imaginación.
  • Pasaron cinco horas, y ya casi era de noche cuando lograron, por fin, desarmarle.
  • Podríamos titular el libro algo así como Different Seasons (Las cuatro estaciones), para que el lector capte que no trata de vampiros ni hoteles encantados ni nada por el estilo.


Una colección de relatos maravillosa, llena de luz y esperanza, pero también de sombras y oscuridad.
  • Lo mejor: Absolutamente todo.
  • Lo peor: Nada.
  • ¿Os han gustado las frases?

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