14 de julio de 2013

Cartas cruzadas

Titulo: Cartas cruzadas
Autor: Markus Zusak 
Año: 2002
Traducido por: Matuca Fernández de Villavicencio

Editorial: Lumen
Temática: Ficción Moderna Y Contemporánea
Páginas: 384
ISBN: 9788426419804

Sinopsis: ¿Conoces de verdad a la gente que más te quiere? ¿Sabes con qué sueñan tus mejores amigos? ¿Te atreves a descubrir algo insólito de ti mismo? Ed Kennedy es un chico cualquiera en un suburbio cualquiera de una gran ciudad. Vive en un apartamento maltrecho en compañía de su perro y se gana el sueldo como taxista. Le acompaña una pandilla de amigos que poco o nada le piden a la vida, pero de repente algo pasa y Ed tendrá una misión que cumplir# Día tras día, noche tras noche, el joven irá descubriendo que el afecto, la amistad y el amor no son palabras huecas sino verbos vivos: si quieres saber, pregunta; si pretendes ayudar, actúa; si quieres cambiar, no esperes. A menudo, son los pequeños gestos los que mueven el mundo y Markus Zusak nos demuestra que cada uno de nosotros, incluso un chico cualquiera en un suburbio cualquiera, puede dar el primer paso.

  • El hombre de la pistola es un inútil.
    Yo lo sé.
    Él lo sabe.
  • Unos días más tarde recibiré el primer mensaje.
    Eso lo cambiará todo.
  • En realidad, lo de probar el taxi fue idea de Audrey. No le costó mucho convencerme, básicamente porque llevaba años enamorado de ella.
  • Personalmente, pienso que el sexo debería ser como las matemáticas.
    A nadie le importa ser un desastre en matemáticas.
  • Por un momento tengo la sensación de que todo se detiene para observar cómo introduzco la mano en el sobre y saco un naipe viejo.
    El As de diamantes.
  • Intento deducir qué está pasando y quién me ha enviado por correo lo que podría ser un pedazo de destino.
  • Sentado en mi porche con Doorman, la luna se inclina sobre mí.
  • La luna se desgaja de las nubes y de pronto me siento desnudo, como si el mundo pudiera verme.
  • Tengo la sensación de haber sido elegido—. Pero ¿elegido para qué? —me pregunto.»
    La respuesta es simple:
    «Para que me importe».
  • En un momento dado forma un cuenco con las manos. Parece que esté sosteniendo su corazón.
  • Fue como si tuviera un cordel en la mano y tirara de él lo justo para abrirme. Entró, dejó una parte de sí misma dentro de mí y se marchó.
  • Le beso con toda su mugre y hedor, y esta noche siento que podría sostener el mundo entero en mis brazos.
  • Mi alma necesita tu alma.
  • Audrey me mira y me pregunta si estoy bien simplemente con la expresión de su cara.
  • No puede tener más de quince años y me está arrollando. Me está aplastando por dentro. Sentimientos de amor y deseo forcejean en mi interior,
  • Es curioso lo silencioso que parece todo cuando miras a la gente desde lejos. Es como ver una película muda.
  • —Sé que puedes ganar, si quieres.
  • —En ti hay belleza —le digo—. Lo sabes, ¿verdad?
  • Noto sus ojos clavados en mí, pero no miro atrás.
  • Alza la vista hacia las estrellas. Son estrellas que chorrean en el cielo.
    «Ve», me digo una vez más, y esta vez voy.
  • Unas nubes me observan desde arriba, pero están reculando. El mundo no quiere tener nada que ver con esto.
  • El miedo se ha amarrado a mis pies y sé que no puedo hacer nada. Esta noche no. Puede que nunca. Si me muevo, tropezaré con él.
  • Pero vosotros estáis lejos de aquí. Vuestros dedos pasan estas extrañas páginas que de algún modo vinculan mi vida con la vuestra. Vuestros ojos están a salvo. Esta historia no son más que unos centenares de páginas en vuestra mente.
  • Ya no me importa ser un mensajero. La culpa me atenaza. Me la sacudo pero siempre vuelve. Nadie dijo que esto iba a ser fácil.
  • Estaba lleno de vacío.
  • Mi vida no es una partida de cartas.
  • —Eres mi mejor amigo, Ed.
    —Lo sé.
    Se puede matar a un hombre con esas palabras.
    Sin necesidad de pistola.
    Sin necesidad de balas.
    Solo palabras y una chica.
  • —Me pierdo en ella—.
  • Quiero agarrar ese mundo y por primera vez en la vida siento que puedo hacerlo.
  • El mundo está aclarándose, adquiriendo forma y color, como si alguien lo estuviera pintando a mi alrededor.
  • Busco bolígrafo y papel pese a saber que no llevo, del mismo modo que le das a una persona una respuesta equivocada con la vana esperanza de que, por obra de un milagro, de repente resulte acertada.
  • La calle es un horror y siempre ha sido célebre por ello. Un lugar de tejas rotas, ventanas rotas y gente rota.
  • Nos sentamos bajo un gran sauce que llora a nuestro alrededor.
  • Nuestros pies corren y no quiero que se detengan. Quiero correr y reír y sentirme así eternamente.
  • Quiero respirar en ella y con ella.
  • Solo en la sociedad enferma de hoy día es posible perseguir a un hombre por leer demasiados libros.
  • Tengo los brazos molidos.
    Ignoraba que las palabras pudieran pesar tanto.
  • cuando ríen puedes ver el mundo en sus ojos,
  • las grandes cosas no son más que pequeñas cosas en las que uno se fija.
  • Antes simplemente eras. —Lo dice como si en realidad no quisiera oírlo. Más bien parece que tiene que decirlo—. Ahora eres alguien,
  • Tal vez tema que si no puedo tenerla, deje de quererla.
  • El bostezo de una chica puede ser tan bello que estremezca.
    Sobre todo si está de pie en tu cocina, en bragas y camisa.
  • Veo cómo sube por la calle, hasta que dobla la esquina. Justo antes de hacerlo, sabe que estoy mirándola y se vuelve y me dice adiós con la mano. Hago lo propio y desaparece.
    Lentamente.
    A veces dolorosamente.
  • Cuando el mundo no era tan grande y podía verlo todo. Cuando mi padre era un héroe y no un ser humano.
  • La noche está iluminada de estrellas y cuando me tiendo y contemplo el cielo, me pierdo en él. Tengo la sensación de caer pero hacia arriba, hacia el abismo celestial.
  • —Lo creas o no, hace falta mucho amor para odiarte así.
  • la noche se me antoja tan profunda y oscura que me pregunto si algún día volverá a salir el sol.
  • Los recuerdos permanecen mientras son capaces de blandir su espada y encontrar un punto blando en la mente para hacer un tajo y penetrar en ella.
  • La gente muere por un corazón roto. Tiene ataques de corazón. Y el corazón es lo que más duele cuando las cosas se tuercen o desmoronan.
  • Las chicas bonitas pueden matar y salir impunes.
  • quería quedarme en el porche con él hasta que el sol nos diera a los dos pero no lo he hecho. Me levanté y bajé los escalones. Preferí ir en busca del sol a esperarlo.
  • Siento el miedo, pero camino deprisa hacia él.
  • Normalmente vamos por la vida creyéndonos constantemente lo que nos decimos. «Estoy bien», decimos. «Estoy genial.» Pero de vez en cuando la verdad se te echa encima y no puedes sacudírtela.
  • Solo deseo una cosa.
    —¿Qué, Ritchie?
    Su respuesta es simple:
    —Desear.
  • No puedo creer que Marv y yo estemos hablando así. Normalmente demostramos nuestra amistad discutiendo.
  • Imaginad la canción más dulce, más dura, más bella del mundo… pues ésa.
  • «¿Pueden tres minutos durar eternamente?»
  • —No creo que esté ahí —me dice con dulzura—. Yo creo, Ed… —Posa las manos suavemente sobre mi cara. La luz anaranjada del atardecer la baña—. Creo que esto nos pertenece a nosotros.

3 comentarios:

  1. Uno de los mejores libros que he leído! Sin palabras :)

    Saludos!

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  2. Lo tengo pendiente y espero que me guste :)
    Un beso.

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  3. Me encantó la pequeña carta/nota a Milla ^^
    parece un libro muy bonito :3
    Saludos!

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